diumenge, 11 d’octubre del 2009

Lewis Carroll

El Gato, cuando vio a Alicia, se limitó a sonreír.
Parecía tener buen carácter, pero también tenía unas uñas muy largas.
Y muchísimos dientes, de modo que sería mejor tratarlo con respeto.



- Minino de Cheshire -empezó Alicia tímidamente,
pues no estaba del todo segura de si le gustaría este tratamiento:
pero el Gato no hizo más que ensanchar su sonrisa,
por lo que Alicia decidió que sí le gustaba-.
-Minino de Cheshire,
¿podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí?
- Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar - dijo el Gato.
- No me importa mucho el sitio... - dijo Alicia.
- Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes - dijo el Gato.
- ... siempre que llegue a alguna parte - añadió Alicia como explicación.
- ¡Oh, siempre llegarás a alguna parte - aseguró el Gato- , si caminas lo suficiente!

Las aventuras de Alicia en el país de las Maravillas

Lewis Carroll


Fuente: "Apuntes lesbicos" de Virginia, miércoles 1 de julio de 2009